Nuestras formas tradicionales de pensamiento sobre la política y la sociedad están quedando obsoletas. Necesitamos algunos nuevos puntos de referencia para volver a imaginar el carácter, el bienestar y el funcionamiento posibles de nuestra vida privada y en común. Tal re-imaginación implicaría acabar con el individualismo del “sálvese quien pueda”, así como con el materialismo de “el consumo me hace feliz” y la pasividad de “el Estado se encargará.”
Hay una alternativa: el personalismo es una perspectiva de la humanidad, olvidada pero valiosa, que busca describir lo que es un ser humano y luego extraer sus con- secuencias sociales. El personalismo se basa en el pensamiento de Jacques Maritain, Martin Buber, Emmanuel Mounier y Karol Wojtyła, entre otros; y ha sido fuente de inspiración para Martin Luther King Jr., Desmond Tutu y otras personalidades importantes de la historia reciente.
De acuerdo con el personalismo, los humanos son seres relacionales, comprometidos y poseen dignidad. La persona y la relación entre personas son el punto de partida universal: los seres humanos tienen una dignidad inherente, y las buenas relaciones entre los humanos son cruciales para una vida digna y comprometida y para una buena sociedad. El Bien Común.
El personalismo ha sido muy ignorado en el pensamiento político y filosófico. En este libro, Jonas Norgaard Mortensen se propone introducir el personalismo, al mismo tiempo que muestra sus orígenes históricos, acercando al lector a sus pensadores y a quienes lo han practicado, y muestra que el personalismo tiene una contribución muy relevante que hacer en el debate actual sobre los desarrollos éticos, sociales y políticos.
